Sinopsis:
Un ascensor bloqueado. Mencía no soporta quedarse ahí encerrada, Marcos consigue que consiga sobreponerse. Cuando los liberan, comparten una noche de risas, besos y gemidos, pero luego no intercambian los teléfonos. Dos semanas después, Mencía, que forma parte de la unidad de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía, llega a las instalaciones de los GEO en Alicante para hacer una investigación porque hay un topo entre ellos. Pero lo que no se espera es encontrarse allí con Marcos, que resulta ser un geo.
Comentarios:
Esta novela me llamó la atención cuando me la encontré de casualidad. Me parecía interesante y aunque es la cuarta entrega de una serie, me decidí a leerla.
Me alegro de haberlo hecho, pues me he encontrado con una novela bastante divertida y muy entretenida con las chispas que saltan entre Mencía y Marcos desde el primer instante que se conocen, que luego tendrán que bregar con unas cuantas situaciones rocambolescas, de las que intentarán salir más o menos enteros y hasta puede que lo consigan.
El toma y daca entre la pareja es continuo, dejando el resto de la historia, eso que los ha reunido por puro azar, en segundo término, incluso esa historia del topo que Mencía tiene que encontrar como sea y antes de que ocurra otra desgracia.
Tanto es así, que en esa parte de la trama, externa a los líos de la pareja, hay algún cabo suelto que se queda sin resolver, como si la historia tuviese alguna complicación más en el desenlace, pero no se llegó a utilizar.
De todas formas, el desarrollo de la investigación es más bien la justificación para proporcionar un entorno con el suficiente embrollo para complicarles un poco las cosas a Mencía y Marcos.
Como resultado, “El último lugar en la Tierra” es una buena novela, que se lee con placer, mientras se suceden momentos más románticos y otros más tensos, quedando ganas de leer otras obras de la autora.
Selin
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