La primera impresión recibida es sobre el
título, que me ha parecido acertado pues ciertamente la sombra del arquitecto
planea sobre sus páginas durante toda la trama, ya sea durante la narración de
los sucesos y vivencias de su propia época, como lo que ocurre en su relación
con los hechos actuales.
En esta amalgama de tiempos distintos se nos
muestra a un Antoni Gaudí enmarcado en una dimensión muy humana, algo que le
hace muy próximo al lector, quien seguro conocerá al menos una parte de su
obra, que por eso mismo se habrá sentido atraído por el título de esta novela y
aquí podrá contemplar más de cerca al hombre.
Claro que en ese acercamiento es fácil que se
adopte un tono académico y como consecuencia abundan los detalles que analizan
sus ideas y como plasmaba en su obra lo que pretendía transmitir, tanto en su
modo de trabajar como de relacionarse con el entorno.
Podría pensarse que eso podría alejar a
algunos posibles lectores, apabullados por ese despliegue de información. Es
una posibilidad, aunque Alex Guerra ha intentado que esos aspectos divulgativos
se integren en su novela como un elemento más, sin que desentonen demasiado
dentro de su desarrollo.
Otro aspecto importante en la trama es el
tratamiento de lo paranormal, que se mueve entre el previo escepticismo
científico, aunque bastante moderado por el propósito confeso de demostrar que
esos hechos ocurren realmente, y el viso de verosimilitud que las personas
receptoras de esos fenómenos dan a sus propias sensaciones. En cualquier caso,
la necesaria complicidad del lector ayudará que la historia fluya en su
desarrollo.
“La sombra de Gaudí” constituye una buena
aproximación a esta figura universal para los lectores que quieran conocer sus
facetas más humanas, incluso puede ser que lleguen a sentir su presencia al
transitar por alguna de sus obras.
Selin
.
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