"La importancia del quince de febrero" es una novela de Sofía Rhei publicada por la editorial Plaza & Janés y que he recibido por la promoción efectuada por BR comunicación.
Sinopsis:
Sandra odia el 15 de febrero, ya que en esa fecha
la dejó su último novio, que como los anteriores creían en el azar, al
contrario que ella, que como psicóloga especializada en psicometría, tiene una
mentalidad científica. Dando vueltas a lo que sería la fórmula exacta para dar
con la pareja ideal, se le ocurre una manera de utilizar datos estadísticos
para conseguirlo. Pero, claro, la vida real es más complicada que unas fórmulas
matemáticas.
Comentarios:
Con “La importancia del quince de febrero” he tenido
sensaciones encontradas. Tiene buenos momentos, incluso alguno mejor aún, pero
también otros en que la trama flojea o da muchas vueltas.
Tal vez eso se produzca porque el novio que se busca Sandra,
o que se lo buscan, que todo podría ser, sea un personaje que no le da la
réplica que debería, que se queda a medias de nada y de todo. Dicho de otra
manera, me ha parecido un relleno para que la historia tuviese más recorrido.
No es gai, pero lo parece más que otros personajes que sí lo son y están bien
representados.
La dicotomía entre la Sandra mujer y la Sandra psicóloga
podría haber dado más juego, sin limitarse a aparecer de tanto en tanto. Es
como si esa ocultación de la parte reflexiva fuese necesaria para evitar que,
gracias al sentido común y su formación, se dejase de tonterías que no conducen
a nada. Así da la impresión de ser alguien que se deja llevar en contra de su
verdadera naturaleza.
No obstante, tengo que reconocer que no resulta tan cargante
como la protagonista de su anterior novela, “Espérame en la última página”, que
empecé a leer y la acabé dejando cuando iba por la cuarta parte del libro,
cansado de ese carácter que se complace y se regodea en ser víctima.
Aunque el planteamiento de la web de emparejamiento tenga su
aquel, una vez que se ha decidido su funcionamiento, pasa a ser un elemento más
del decorado. Ni siquiera su éxito, que consigue que se pueda plantear como un
gran negocio, la trae a primer plano.
La verdad es que, puestos a escoger, me quedo con el gato
Sigmund, que parece el único personaje que tiene claro lo que ocurre, es una verdadera lástima
que le falte la picardía y habilidades necesarias para llevar a Sandra por
donde debería ir, evitando así que siga perdida y dando tumbos.
Personalmente, “La importancia del quince de febrero” me ha
parecido una novela romántica que podría haber tenido un mejor desarrollo con
un drástico cambio de enfoque.
Selin
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