lunes, 28 de mayo de 2012

La doble imagen: Un rastro de plumas

El proyecto de este mes consiste en desarrollar una historia a partir de una imagen propuesta. La gracias es que se hace por parejas, de manera que cada uno hará su propia interpretación de la foto compartida.


Mi pareja en esta actividad es Kate PB y su historia la podréis leer en este enlace: Decisión culposa.

Por mi parte, he escrito una historia policíaca, con algún giro al final:


UN RASTRO DE PLUMAS


El inspector Montes llegó hasta la puerta de servicio del teatro, donde le esperaba Miguel Estébanez, el director. Había recibido media hora antes su llamada, pero no había querido entrar en detalles. Su voz había sonado bastante alterada y no le quiso forzar a decir más.
—Gracias por venir tan rápido, inspector Montes, estamos en un verdadero aprieto.
—No es nada, amigo Estébanez, dígame, ¿qué es lo que ha ocurrido?
—Aún no sabemos nada...
—Pero algo sí que ha pasado, ¿o no? Cuéntemelo, por favor.
—Ha desaparecido. La diva Carlota Martos. Me avisó la modista de que no contestaba y estaba preocupada por si le había pasado algo. Fui a su camerino. Llamé a la puerta, pero seguía sin contestar. No sabíamos que podía haber ocurrido, así que entramos. Pero dentro no había nadie.
—¿Sólo hay una puerta de acceso? ¿Hay alguna otra forma de entrar o salir?
—Sí, como es habitual, sólo hay la puerta para entrar. Bueno, este camerino tiene una pequeña ventana, pero es imposible salir por ahí, está en medio de la pared posterior del edificio, a demasiada altura sobre la calle.
—En todo caso, habrá que echar un vistazo, ¿no le parece?
—Sí, claro, vamos, acompáñeme, inspector Montes, es por aquí.
Ambos subieron por la escalera de servicio hasta la planta de los camerinos principales. En el pasillo había unas cuantas personas: operarios, asistentes y también alguno de los artistas. La misteriosa desaparición había creado expectación, y aunque todavía estaban con los preparativos previos al estreno, apenas faltaba un par de días.
Al entrar en el camerino, Montes observó que estaba ordenado, no había señales de que hubiese pasado nada extraño. Sólo había un detalle que desentonaba: unas brillantes plumas coloreadas, formando un montoncillo en el suelo.
—¿Qué son esas plumas?
—¡Ah, sí! Son parte del tocado que luciría en la representación. Se debía estar preparando para el ensayo general, que se hace con el atrezzo completo. Se actúa igual que para una representación normal, con toda la vestimenta completa.
—¿También ha desaparecido lo que iba a vestir?
—Esto... no, justo volvía la modista con el traje, ya que le habían hecho algunos arreglos de compostura, y se sorprendió bastante de que no contestase nadie desde dentro.
—¿Pero se había quedado con el tocado?
—Sí, antes se lo habían traído todo. Fue entonces cuando comprobaron que faltaban unas piezas, que la modista supuso que se habrían soltado y estarían todavía en el guardarropa. Por eso se fue de nuevo, para arreglarlo allí, sin tener que molestarla mientras lo hacía.
—¿Pasó mucho rato entre ir y venir?
—Poco más de un cuarto de hora, no demasiado.
—¿Y nadie ha vuelto a verla después?
—No, se ha esfumado por completo.
El inspector Montes examinó la pequeña estancia con detenimiento. Aun siendo el camerino de una diva, no era demasiado espacioso, pues como siempre, hay falta de espacio en un teatro de la ópera.
Aparte de las plumas en el suelo, no había nada más fuera de lugar. Se notaba que había habido alguien poco antes, pues encima del mueble tocador había algunos botes de crema y maquillaje, alguno abierto.
Lo que sí echó en falta fueron las pertenencias de la diva, no veía nada que identificase a quien había estado allí dentro.
—Una pregunta, Estébanez.
—¿Sí, inspector?
—Supongo que vendría con algún abrigo o lo que fuese, además de su bolso, ¿verdad?
—Sí, claro, ¿ocurre algo?
—No están, vea usted mismo.
El director se giró sorprendido y comprobó que era cierto, también habían desaparecido.
Entonces, el inspector Montes se acercó hasta la pequeña ventana que le habían mencionado y que no era más que un ventanuco. Vio que el pestillo no estaba echado y se subió a una silla para verlo más de cerca y observar fuera.
El ventanuco daba a una calleja, que quedaba hacia la parte posterior del edificio. Había poca luz, no era un lugar de paso y apenas había alguna farola que apenas iluminaba el entorno.
El inspector notó un movimiento, una sombra que parecía esconderse por los soportales, había algo familiar en la figura, pero la escasa luz no le permitía reconocer a quien andaba allá abajo.
De repente hubo como un estallido de luz, que le hizo apartar la mirada. Cuando volvió a mirar, solo vio unas volutas de humo, que ascendían lentamente. Se volvió hacia dentro, algo confuso, y bajó de la silla. Había dejado el ventanuco abierto y una corriente de aire se llevó las plumas que había en el suelo.
Miró al director, que se había quedado parado por la sorpresa y comprendió lo que tenía que decirle:
—Ella había llegado al final de su carrera y no quiso esperar más. Ha desaparecido como un Ave Fénix y algún día volverá, pero para eso tiene que pasar tiempo.


Selin

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domingo, 27 de mayo de 2012

Crónica del "Corraló dels llibres oblidats"

La convocatoria del "Corralo dels llibres oblidats", fue ayer sábado, 26 de mayo, y para allí que me fui temprano. Si el año pasado fui de visita, éste iba con el ánimo participativo, además de la intención de hacer unas cuantas fotos, bastantes más que las cuatro que subiré en esta entrada.

A lo que íbamos, en esta primera podéis ver el aspecto del callejón, lleno de libros por doquier: colgados por lo alto (o a media altura, que más de una vez choqué con alguno), en sillas, por el suelo. Cualquier sitio era válido para acoger un libro, a la espera de un lector interesado.

Pero había mucho más, tanto para grandes como para pequeños,  quienes disfrutaron de lo lindo con los cuentos narrados bajo un porche de la plaza del Ayuntamiento, justo delante de "El Quinqué".

La actuación fue seguida con gran atención por el menudo público, sentados alrededor de la escena, y también por quienes andaban cerca cámara en mano.  :-)

Otra de las actividades interesantes fue el concurso de microrrelatos express, organizado también, como el resto de actividades por Llegim...? Llibreria y Paranoia Accions. Teníamos una hora para escribir una historia a partir de la imagen de esa ventana que podéis ver al lado de esta líneas, con un límite máximo de 100 palabras.

Los ganadores se decantaron por historias de corte costumbrista, con algunos guiños a la realidad, mientras que por mi parte escribí una historia bastante tenebrosa, tal vez por que me rondaban un par de proyectos en los que pienso participar en breve.

Mientras esperábamos el veredicto del jurado, escuché música por allí cerca. Sentí curiosidad y me acerqué un poco, no mucho (tal como veis en la foto) pues ya se habían congregado unas cuantas personas para escuchar en directo a Line Ten, que nos ofrecieron un Concert Vermut.

Poco después de escuchar el veredicto y la posterior lectura de los microrrelatos ganadores, ya me fui, pues teníamos la tarde ocupada.

Selin

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jueves, 24 de mayo de 2012

Reseña "Clorofilia" en "Anika entre Libros"

Clorofilia, de Andrei Rubanov y publicada por Minotauro, es una buena muestra de la moderna ciencia ficción rusa, cuya reseña podréis leer dentro de "Anika entre Libros".

Esa imagen de un ser medio humano, medio vegetal, que ilustra la portada ya da alguna idea sobre su contenido, pero dentro hay bastantes más sorpresas, además de una buena historia.

Hasta luego,

Selin

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sábado, 19 de mayo de 2012

Reseña "Olivas negras" en "Anika entre Libros"

Olivas negras es una novela negra de Manuel del Pino, publicada por Cuadernos del Laberinto en su colección Estrella Negra, ambientada en una Nochevieja en Madrid.

La reseña podréis leerla en "Anika entre Libros", donde también se incluyen el argumento y la ficha técnica.

Es una novela que se lee con facilidad y resulta entretenida, aunque podría haber resultado mucho mejor.

Hasta luego,

Selin


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viernes, 11 de mayo de 2012

Reseña "La piel que habito" en "Anika entre Libros"

En esta ocasión, la nueva reseña que podéis leer en "Anika entre Libros" trata sobre un guión de cine.

Con el mismo título que la película, el libro "La piel que habito", de Pedro Almodóvar, muestra una interesante parte del proceso de creación, como paso previo a la posterior transformación en imágenes.

Tal como podréis leer en la reseña, a lo largo de sus páginas se nota la personalidad del cineasta.

Hasta luego,

Selin

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