"Alma en sumisión, parte 1", es una novela de David López Rodríguez publicada por la editorial Seleer.
Sinopsis (del autor):
Sebastián conoce a Alma, una mujer bastante exitosa
que se enamora de él. La iniciativa en la relación la lleva ella, que consigue
con su tenacidad salir con él. El reto de Alma, es adentrar a Sebastián en sus
prácticas femdom de las que él se muestra algo reticente. Ingrid, otra Ama,
disputará a Alma la dominación sobre Sebastián con todas sus artimañas, a las
que él intentará no sucumbir.
Comentarios:
“Alma en sumisión, parte 1” es una novela
erótica con una temática especial, como es el femdom. Eso incluiría las
relaciones sexuales, tomadas en un concepto bastante amplio, donde la mujer
domina, en mayor o menor grado, al hombre. También se tiende a incluir ahí
algunas variaciones sobre las que, en mi opinión, correspondería matizar o
definirlas directamente de otra manera.
El libro, además de la novela en sí, aporta otros textos
relacionados con el tema, y ajenos al autor. El primero, a modo de prólogo, es
una declaración personal respecto a como vive Dómina Ishtar ese tipo de
relación que se puede denominar como dominación femenina o femdom. Es una
actitud positiva y representativa del buen hacer en ese tema. Sigue un
artículo, también de ella, descriptivo sobre la sumisión masculina y la
percepción que hay sobre el tema. Acaba la introducción con un relato contado
en primera persona por un sumiso sobre los preparativos y el principio de su
primera experiencia real.
La historia está narrada en primera persona por Sebastián,
por lo que tanto el erotismo como el romanticismo, muy presente también, están
filtrados por su punto de vista, que se ve sorprendido en muchas ocasiones por
como se desarrollan los acontecimientos.
Hasta aquí bien, pero considero que las escenas que se
presentan como dominación femenina, en su mayoría no lo son, sino que entrarían
dentro de otras prácticas donde la violencia está presente y por mucho que se
diga que ha sido consensuada, más bien diría que ha sido permitida, lo que es
algo muy diferente.
No solo eso, sino que también hay escenas que no se
presentan como propias de la dominación femenina y justamente esas sí que
representan su verdadero espíritu, pero que, al quedar camufladas, podrían
pasar desapercibidas.
¿Cómo es que se produce ese corrimiento hacia el extremo de
las sensaciones? Supongo que las definiciones dogmáticas tienen mucho que ver y
también cierto exceso protocolario que impregna las relaciones de dominación y
sumisión, llenándolas de mayúsculas por doquier, como si eso les diese mayor
importancia.
Otro aspecto a destacar es la impresión que da el título (incluso la portada) y
que genera una pregunta que habrá a quien le parezca fuera de lugar: ¿Porqué
veo a Alma como la parte sumisa de la relación, cuando el tema es la dominación
femenina?
Lo que sí se encontrará en esta primera parte de “Alma en
sumisión” es una historia entretenida, con ritmo ágil, bastante romanticismo
junto con las abundantes escenas eróticas y que proporcionará una lectura
interesante a las personas aficionadas al género.
Selin
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