"No te escondo nada" es una novela erótica de Sylvia Day, que es la primera parte de la trilogía Crossfire y ha sido publicada por la editorial Espasa con ese título en España y como "Desnuda ante ti" en Latinoamérica.
Dentro de la moda de incluir algo de bdsm en la literatura erótica, su nivel es bueno, con un lenguaje pulido y variado. No obstante, si alguien busca ese algo especial del que tanto se comenta, solamente se encontrará con unas escenas de bdsm vainilla.
La reseña fue publicada en Anika entre Libros en octubre de 2012 y ahora la recupero para tenerla en el blog.
Sinopsis:
Cuando Eva Tramell, recién llegada a Nueva York, entra en el edificio donde tiene que empezar a trabajar al día siguiente y no le resulte demasiado novedoso tiene un encuentro casual con Gideon Cross, adinerado magnate y empresario, con el que vuelve a coincidir, ya menos casualmente. Desde un principio Gideon y Eva sienten una fuerte atracción que les empuja a una pasión frenética y visceral, pero que choca con sus propias barreras personales y psicológicas, hasta el punto de que sus vidas parecen moverse en una montaña rusa de sensaciones.
Comentarios:
Con una amplia trayectoria en diferentes géneros de novela, Sylvia Day nos ofrece ahora una novela erótica. No es su primera incursión en el género, ya que cuenta con alguna novela corta anterior, pero sí es cierto que hará que suene mucho su nombre con "No te escondo nada", que así se ha titulado en España, mientras que para Latinoamérica se ha optado por "Desnuda ante ti", un título más cercano al original "Bared to You".
Como primera parte de una trilogía, "No te escondo nada" mantiene al final el normal suspense sobre el futuro de la relación entre Gideon y Eva. Vale que quiera provocar el deseo de seguir leyendo, pero el momento escogido para el final del primer libro rompe la historia de una manera un tanto brusca, aprovechando uno de los pocos momentos de calma. Ahora bien, ni se han arreglado entre ellos, ni tampoco lo han echado a perder. Solamente es un continuará que te deja un tanto a medias de todo.
El lenguaje es bastante crudo y personalmente considero que no llega a ser obsceno, pero esa es mi apreciación y puede haber personas que se sientan molestas por las descripciones, que van directas al grano, sin tapujos de ningún tipo, en todos los aspectos de la historia, tanto los sexuales como los psicológicos. Ahora bien, aunque la desnudez física esté presente en muchos momentos, la psicológica en cambio no revela más que algunas capas superficiales de los protagonistas, quedando muchas zonas oscuras, muchos secretos apenas insinuados.
El gancho promocional del bdsm, el aditamento que está actualmente de moda en la literatura erótica, puede ser importante para atraer hacia su lectura, pero su presencia dentro de la novela, al menos en esta primera entrega, no va más allá de unas cuantas frases, algunas procedentes y otras a contrapelo, y está prácticamente ausente de la relación. En realidad es un bdsm vainilla, nada más, un espolvoreado de situaciones que juega a sugerir posibilidades en las imaginaciones lectoras, pero sin llegar a profundizar mucho más allá.
Donde está su punto fuerte es en el erotismo explícito y continuado que rellena la trama de la historia, que se muestra con total intensidad y que muy posiblemente haga subir con facilidad la temperatura ambiente o al menos sentir algunos calores a medida que pasan las páginas.
Es una novela que ya desde el principio atrapa en su trama y que absorbe de tal manera que incluso se ha escapado alguna errata. Aunque ya sé que muchas veces se aprovechan lapsos cortos de tiempo, lo cierto es que induce a leerla de una vez, a ser posible en el lugar adecuado para que se pueda disfrutar en plena comodidad de su ambiente transgresor.
Selin
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