"Tomoji", de Jiro Taniguchi, ha sido publicada por Ponent Mon en 2016. El ejemplar que he leído procede de la Biblioteca Vapor Vell, de la Diputación de Barcelona.
Sinopsis:
“Tomoji” recorre la infancia y la adolescencia de
Tomoji Uchida, en la prefectura de Yamanashi desde su nacimiento en 1912 hasta
su matrimonio con Fumiaki Ito en 1932. Ambos fundaron en 1936 una rama de
budismo, Shinnyo-en, cuyas enseñanzas están abiertas para toda persona que lo
quiera practicar.
Comentarios:
En cuanto vi la portada de “Tomoji”, destacando en un
estante de la biblioteca, me llamó la atención su estampa bucólica.
Un vistazo posterior a su interior mostraba una historia familiar centrada en
la protagonista, Tomoji. No ha sido hasta después de haber disfrutado su
lectura que he comprobado que era una historia sobre una persona real, de cómo
fue su vida durante su infancia y su adolescencia, a la vez que remarca sus
orígenes y cómo fue el entorno en que se forjó el desarrollo de su
personalidad.
Para conocer mejor de dónde salió la idea y como se
desarrolló luego esta historia, dibujada por Jiro Taniguchi y con guión de
Miwako Ohigara, lo mejor es leer la entrevista que realizó Thomas Hantson a su
autor, que ocupa las últimas páginas y fue realizada en Tokio, residencia de
Jiro Taniguchi, el mismo año en que se publicó. En mi caso ha sido posterior a
la lectura y me ha resultado muy provechosa, pero es el lector quien tendrá que
decidir en qué orden preferirá hacerlo.
En la edición de Ponent Mon, que sigue el sentido occidental
de lectura de izquierda a derecha, cada capítulo empieza con varias páginas en
color para continuar luego la historia en blanco y negro. El dibujo sigue una
línea clara con una gradación de tonos que da profundidad a las viñetas, que
aparecen llenas de detalles minúsculos, como si fuesen reproducciones de
originales de tamaño mucho mayor. Incluso los paisajes dan la idea de que
provienen de cuadros o fotografías de gran formato por su realismo.
Son diferentes momentos de la vida de Tomoji, narrados con
una sencillez que deja las emociones al descubierto, con unos personajes que se
hacen entrañables y contados tal cual,
sin aditamentos que los filtren en ningún sentido.
El muy bien estructurado guión de Miwako Ohigara ha sido
interpretado por Jiro Taniguchi en su mejor estilo. El resultado es como una
ventana al pasado, a la vida en el Japón de esos primeros años del siglo XX de
unas personas humildes y respetuosas de sus tradiciones.
“Tomoji” es una excelente muestra del arte del maestro del
manga Jiro Taniguchi (aquí en una de sus últimas obras ya que ha fallecido
recientemente), además de un notable acercamiento a la cultura japonesa y a la
vida de una persona, Tomoji Uchida, que fue luego, en la primera mitad del
siglo XX, un referente del budismo en Japón.
Selin
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario