"El despertar del Leviatán" es una novela de James S. A. Corey con la que inicia la saga "The Expanse" y ha sido publicada por la editorial Nova.
Sinopsis:
La nave Canterbury, dedicada al transporte de hielo desde
los anillos de Saturno hasta Ceres, recibe una señal de emergencia de la
Scopuli, una nave que parece abandonada tras un ataque hostil. Son la única
nave cercana y tienen que ir en su ayuda, aunque eso retrase su viaje. Envían
una nave auxiliar con Jim Holden, el segundo de la Canterbury, al mando.
Encuentran una baliza, no la propia de la nave, de tecnología militar marciana
y que activa una segunda señal al moverla. Ha sido una trampa y de repente
aparece una nave militar con tecnología muy avanzada que destruye por completo
la Canterbury. Solamente ha habido cinco supervivientes y, tras emitir un
mensaje con lo sucedido, enseguida son retenidos por una nave militar marciana.
En Ceres las nuevas restricciones de agua, en parte provocadas por la
pérdida de la Canterbury, caldean los ánimos. La situación ya viene de atrás y
ahora más que nunca se presagia una guerra inminente entre Tierra, Marte y el
Cinturón. Entretanto, el inspector Miller recibe el encargo de encontrar a
Julie Mao, una chica díscola de una familia bastante poderosa y que habría
recalado en Ceres. Pronto descubre que se había embarcado en la Scopuli, la
primera nave destruida. También que hay mucho en juego, porque se mueven
intereses a muy alto nivel para conseguir hacerse con un secreto muy bien
guardado y que podría cambiar la realidad de la especia humana.
Comentarios:
Tenía la intuición de que esta novela me resultaría
interesante, le tenía ganas y por fin he podido leerla. Justo antes de
enterarme que se publicaba, había empezado a ver los primeros episodios de la
serie basada en este libro y, para evitar ideas preconcebidas, los dejé
aparcados para mejor ocasión. Buena decisión, porque de esta manera he podido
disfrutar con una excelente novela de ciencia ficción, una space opera muy bien
desarrollada que tiene un fondo muy sugerente, además de perturbador en grado
sumo. Eso por que la inmersión en ese mundo lleno de complejidades, donde
capítulo a capítulo se descubren unos sorprendentes hechos con unas relaciones
extrañas a simple vista, me ha hecho mirar aquí abajo, a nuestro alrededor, a lo
que está ocurriendo en el mundo y que, mal que nos pese, muchas veces supera de
largo la ficción.
Porque no es solamente lo que pueda ocurrir en esos mundos
lejanos, sino que muchas veces la realidad que nos rodea tiene similitudes,
aunque cueste verlas a primera vista. Las luchas de poder entre las diferentes
facciones no entienden, ni aquí ni allí, de consideraciones éticas o morales. Y
cualquier destrucción será llevada a cabo si se considera necesaria para el
objetivo final, incluso a costa de pérdidas propias y sin que importe su
magnitud. Y ese es uno de los temas importantes de fondo, aunque si especifico
el concepto con más claridad soltaría un spoiler, que no es mi estilo, porque
prefiero que el lector pueda vivir cada historia en las mismas condiciones que
yo me he encontrado antes.
Otro aspecto que también resulta muy interesante de “El
despertar del Leviatán” es la observación de como las diferencias entre las
poblaciones de cada lugar son un producto coherente con los condicionantes del
entorno. Son aspectos físicos, sociales y políticos que se manifiestan con
claridad y de manera sencilla, sin artificios ni detalles forzados. Y resultan
tan naturales que en cuanto a la serie realizada basándose en este libro, ahora
tendré que mirarla con una cierta condescendencia, ya que ni por asomo podrán
recrear el aspecto físico de unas personas que llevan varias generaciones
viviendo en unas condiciones muy diferentes a las de nuestro planeta. Al igual
que pasará con las sutilidades de comportamiento, en las que se nota el
ambiente concreto que produce cada entorno.
El desarrollo de “El despertar del Leviatán” alterna los
puntos de vista de dos protagonistas, si no los principales, sí los que
focalizarán la trama con sus pensamientos
y sus acciones en los diferentes escenarios que irán apareciendo a
medida que se precipitan los acontecimientos.
Me he referido así a Holden y Miller, porque según sea el
punto de vista, habrá otros protagonistas, incluso más importantes que ellos,
aunque su presencia en la trama sea menor.
He dejado para el final un par de detalles: uno que James S.
A. Corey es el seudónimo literario con el que se presentan dos escritores:
Daniel Abraham y Ty Franck , el otro que “El despertar del Leviatán” forma
parte de una saga. Al principio iba a ser una trilogía, pero el éxito hará que
se sumen unos cuantos títulos más hasta un total de nueve.
Mientras eso sucede (o no), es el momento de disfrutar la
excelente novela que es “El despertar del Leviatán”: una historia absorbente
que ofrece viajes bastante largos, un trasfondo social y político interesante,
una intriga con más preguntas que respuestas; y todo ello dentro de una
aventura apasionante.
Selin
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