"El bicarbonato astuto" es un libro práctico de Michel Droulhiole publicado por La esfera de los libros.
Sinopsis:
Es una guía de las aplicaciones del bicarbonato sódico que,
tras una introducción sobre el producto, se listan ordenadas alfabéticamente,
además de clasificadas según su ámbito: hogar, quitamanchas, cuidado personal y
preparación de alimentos.
Para facilitar la tarea de encontrar algo con rapidez, el índice de
temas tratados situado al final del libro será una cita obligada.
Comentarios:
El proceso para una reseña normal se basa en la lectura del
libro, pero en esta ocasión no resultaría válido, pues “El bicarbonato astuto”
es una guía de con aplicaciones sencillas para resolver una buena cantidad de
problemas de olores o manchas, entre otros.
O sea, que toca poner en práctica alguna de esas
recomendaciones y comprobar si es tan fácil como lo presenta el libro.
Por mi parte he dedicado un rato a pulir los faros del
coche, amarilleados por los años y también por la enorme cantidad de kilómetros
recorridos. No han quedado como nuevos, que eso sería casi un milagro, pero sí
en muy buenas condiciones, tanto como para los trayectos nocturnos, más comunes
en invierno, como para pasar la ITV de aquí a unos días sin que me marquen el
estado de los faros como defecto a subsanar.
Luego hemos continuado en casa con la zona de escurridor del
fregadero de la cocina. Otro éxito y van dos, no tardaremos en comprar otro
envase de bicarbonato.
Eso sí, excepto en los casos en que se coloque directamente
en lo que sea y se deje actuar el producto, hay que tener en cuenta que las
mejores actitudes son paciencia y persistencia. Sí, hay que restregar a
conciencia, eso no nos lo quita nadie.
Además de las aplicaciones, resulta interesante comprobar
que el autor emplea el sentido común al referirse a las bondades del
bicarbonato, también sobre su almacenaje y la cantidad apropiada para tener en
reserva.
Considero que es un libro muy práctico, que podremos
utilizar como referencia en muchas ocasiones y del que también podremos sacar
ideas nuevas, ya que al ser el bicarbonato un producto bastante inofensivo,
apenas hay de qué preocuparse. En resumen, un buen recurso para tiempos de
crisis.
Selin
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