lunes, 26 de marzo de 2012

Reencuentro de media vida

En la convocatoria de este mes de "Adictos a la escritura" nos intercambiamos unas frases, de manera que cada cual le ha tocado incluir la frase propuesta por otro de los miembros, Anatomía de la Luna (al menos así apareció en la lista, si eso, corregiré la entrada para indicarlo mejor)



Reencuentro de media vida


Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos. Es media tarde y una temperatura agradable invita a pasear, pero ambos preferimos la tranquilidad de la terraza al aire libre de un bar, mientras tomamos algo.

En el trayecto apenas hablamos más que de los temas normales para hacer un poco de tiempo. Ya en la conversación por teléfono que tuvimos ayer, había notado que ocurría algo y que mi llamada había sido bastante oportuna, claro que aún no es el momento de sincerarnos.

Nos sentamos de frente, pedimos la consumición, que viene enseguida. Con los vasos en la mano, levantamos la mirada y nuestros ojos se encuentran. Es una sensación intensa. Encontrarse con algo así como redimensionar mi propio yo y mirarme cuatro años atrás en los mismos ojos que me miran ahora, es algo que no se vive siempre.

Un instante infinito, que ninguno queremos romper todavía. Los recuerdos de días pasados vuelven, tan vivos como el primer día. Una primavera que se fundió con un verano intenso. Unas emociones estimuladas por la luz y por el calor. También un secreto nunca compartido, oculto en lo más profundo.

No sé que ha sido de su vida durante estos últimos años, tampoco quiero saberlo, como tampoco quise alguna vez anterior. No quiero pensar en todo lo que pudo haber sido y no fue... que tal vez nunca sea. O sí, el futuro siempre es incierto.

Lo nota. Sabe que estoy recordando. Nunca hasta ahora nos hemos referido a aquellos días y nunca lo haremos. Finalmente sonríe y expresa el pensamiento que ronda en su cabeza:

—¿Por qué será que apareces cuando tengo problemas?

—No lo sé, me apetecía llamarte y lo hice.

Ahora nuestras miradas se abren a un horizonte todavía desconocido, mientras la tarde se hace aún más luminosa. Esta vez será distinto.



Selin

.

9 comentarios:

  1. Ay qué romántico!!! A mi me pasa algo así con un "viejo amor".... Siempre que sueño con él o siento deseos incontrolables de llamarlo, es porque algo le pasa =(

    ResponderEliminar
  2. Bueno, por lo menos poder contar con alguien especial en esos momentos inoportunos en lo que sientes que no cuentas con la misma gente de siempre... Ay! me ha gustado mucho, se te ve tan natural en este tipo de relatos intimistas...
    Un saludo Selin!

    ResponderEliminar
  3. Me gustó mucho!!
    La telepatía entre las personas que se atraen es algo inevitable!!

    Un gusto leerte!!

    ResponderEliminar
  4. Selin: Me hiciste recordar una vieja canción que dice:
    "Un viejo amor, ni se olvida ni se deja.
    Un viejo amor, de nuestra alma si se aleja,
    pero nunca dice adiós"
    Lindo y romántico tu relato. Gracias por compartir: Doña Ku

    ResponderEliminar
  5. Muy buen relato, Selin, me encantó!

    Besos!

    ResponderEliminar
  6. Son extraños los sentimientos que me ha hecho recordar tu relato...
    Una muy real y linda historia, me parece que está bien narrado y redactado, solo veo un detalle en esta frase "...oculto en los más profundo" pero ya no sé si soy yo que no entiendo xD
    Nos leemos ^^

    ResponderEliminar
  7. muy bonito! una cosa: cuando tengo problemas no lleva acento, aunque esté dentro de la interrogación, porque no es interrogativa, sino que es un temporal

    ResponderEliminar
  8. ¡que genial! ¡un relato muy sentido y poetico! :)¡saludos!

    ResponderEliminar